Los instrumentos orquestales denotan la importancia de lograr combinar sonidos agradables al oído ante un público que siempre espera lo mejor de cualquier agrupación que se encuentre presentándose en un determinado auditorio. Cada uno de los instrumentistas tiene un rol importante porque si uno falla, se notará la falencia en toda la agrupación y no hablarán del instrumentista en específico, sino de la agrupación en conjunto que representa una familia. Precisamente dentro de esta numerosa agrupación familiar hay que destacar que existen numerosas secciones que según su sonoridad tendrán mayor o menor protagonismo en una obra musical; una de ellas son los instrumentos orquestales de cuerda.
Los instrumentos orquestales de cuerda fueron creados para mantener el protagonismo de la mayoría de obras musicales, por su amplio registro de sonoridad. En esta familia se encuentra el concertino que se define como el músico que se coloca al lado izquierdo del director y representa el responsable de la familia de las cuerdas y uno de los principales de toda la orquesta. Esta persona tiene la responsabilidad de mantener el orden y el nivel de todos sus compañeros, para hacer la mejor ejecución posible.
El concertino es el principal de los violines y también es el encargado de ejecutar los llamados solos de las piezas donde se requiera de una participación protagónica del violín. En medio de esta frase, este músico debe contar con un nivel de afinación rayando a la perfección porque de él o ella dependerá la reputación de toda la familia orquestal en ejecución. Esta persona debe contar con un nivel de confianza por su trabajo desempeño y ejecución por parte del director de la orquesta para poder tener ese puesto dentro de la orquesta.
Dentro de la familia de los violines están los que realizan las primeras voces de las partituras que se encuentran más a la izquierda del director, así como los violines que ejecutan las segundas voces. Cada uno de ellos tiene un papel importante que jugar en la construcción de lo que se encuentra plasmado en las partituras. Se requiere de un alto nivel de concentración en los violinistas porque son los que se encuentran más cercanos al público, y por ende, cualquier error en ejecución se puede notar con más facilidad.
Dentro de los instrumentos orquestales de cuerda se encuentra también la viola, que representa el instrumento primo hermano del violín, y se caracteriza por un sonido un poco más grave, pero también cuentan con un nivel de protagonismo importante en la ejecución musical, en la que se pudiera presentar solos de este instrumento. Cabe destacar que la fila de las violas cuenta regularmente con un menor número de ejecutantes que los violines.
Del otro lado en la familia de los instrumentos orquestales de cuerda se encuentran los violonchelos que presentan un sonido agradable al oído, pero a diferencia de los violines y violas es más grave, además de también ejecutarse de manera distinta, porque mientras los violines y violas se colocan a nivel del cuello junto a la mentonera, más el arco en la otra mano, el violonchelo es más grande y se coloca en medio de las piernas del instrumentista para su ejecución.
Finalmente se encuentran los contrabajos que son aún más grandes que los violonchelos y representan la fuerza de la pieza musical. Su afinación no es menos importante, por lo que su ejecución debe ser impecable para aportar a la obra final de la pieza en ejecución.
También podemos mencionar la guitarra acústica española, un instrumento que merece un puesto de honor.
Los instrumentos orquestales de cuerda conforman una sección balanceada y homogénea con la que debe trabajarse de manera profesional para ver resultados satisfactorios.
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